Saturday, October 14, 2006

El flautista mágico

El flautista mágico
Francisco Javier Chaín Revuelta

Según propias declaraciones a gobernantes y amigos inversionistas les urge terreno para nuevo tiradero de basura porque el actual impide aterrizar pájaros de acero. Afortunadamente no lo encontrarán porque ni siquiera ellos mismos están de acuerdo en que el nuevo tiradero se coloque junto a sus residencias aunque fuera subterráneo. En demasiados palaciegos años la basura sigue tirándose, con lo que se demuestra fehacientemente que la incapacidad abunda en azul y en rojo.

La solución es fácil y barata. Consiste en devolver la basura a donde surgió. Si es orgánica se devuelve al suelo, a la biodiversidad. Si es vidrio a la vidriera, si es papel a la papelera, si es metal a la metalurgia, si es botella a la embotelladora y si es etcétera se devuelve a la etcetería. Lo bueno de la comunidad es que siempre cuenta con personas talentosas a quienes no les es difícil organizar vecinos y llevar a cabo las devoluciones y mucho menos si por ello ganan alguna modesta recompensa. Hay, es cierto, tiene razón, otras excelentes y mejores soluciones autofinanciables como producir energía, bursatilizar los cobros por manejo de basura, etc. y etc.

Los tzopilotes sin estar en nómina son los mejores trabajadores de la limpia pública municipal ya que cuando el basurero estaba en la barrancas del río San Antonio se encargaban de limpiarlos de toda carroña y de todo cadáver. Cuando se mudó el tiradero a Peñuela para allá se fueron a trabajar los zopilotes quedándose algunos de ayudantes del rastro municipal. Cuando se volvió a mudar el tiradero a 20 de noviembre pues ahí mismo se mudaron estas benéficas y útiles aves en su tarea de limpieza carroñera. Bien que se merecen un monumento sobre las fuentes del zócalo 21 de mayo.

Mientras llega el día en que el flautista mágico logre un nuevo sitio para la basura y así guíe a los tzopilotes a ese nuevo hábitat, el actual tiradero de basura seguirá lixiviando terrenos, aguas subterráneas y el arroyo circundante. El tiradero seguirá propagando infecciones y graves enfermedades entre habitantes aledaños y en todo lugar donde el viento y naturaleza sea capaz de hacer llegar sus virus y bacterias.

Donde el asunto no es tan grave ni deben llorar es en el asunto del aeropuerto ya que para las ciudades grandes, importantes y civilizadas del mundo, los aeropuertos, con todo propósito, se construyen muy distantes de los núcleos de población por la misma seguridad y protección de sus habitantes. Lo anterior queda compensado con un sistema de transporte ágil, rápido y cómodo que traslada a los pasajeros aéreos de los aeropuertos a las ciudades o capitales.

La ventaja de Córdoba y Orizaba es que pueden ahorrarse un inútil aeropuerto y usar el de la ciudad de Veracruz (o Puebla) que queda muy cerca por autopista, apenas a una hora (o dos) de distancia en automóvil. En la ciudad de México y zona conurbada para llegar al aeropuerto partiendo de muchas distintas partes de la ciudad y alrededores se utiliza mucho más que ese corto tiempo.

Los hombres con sentido común, modernos, biológicos, ecológicos, sustentables y de largo plazo, prefieren aves emplumadas a las de acero, prefieren calidad de vida natural y no el acelerado ritmo que el mercado desea imponer y con ello destruir más rápido al mundo y a la humanidad. fjchain@hotmail.com (061014)

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