San Rafael los proteja
San Rafael los proteja
Francisco Javier Chaín Revuelta
El mensaje de los geólogos que acercan la debacle petrolera al 2007 no obtiene unánime consenso y menos por parte de los virreyes de los estados del Golfo de México. Optimistas esperan que la Federación siga “derramando” migajas del petrodinero. Este optimismo petrolero a la gobernante mexicanidad lo comparte Claude Mandil, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE) quien recuerda a notas y profetas de los malos augurios que acompañan a cada alza de los precios del petróleo, que a más de $40 dólares el barril, hará que maduren todos los avances tecnológicos durante las próximas décadas. Se podrá constatar entonces que “solamente una pequeña fracción de los hidrocarburos in situ ha sido producida” en consecuencia no hay ninguna razón de modificar su escenario de referencia para el horizonte 2030: a $39 dólares (valor 2004) el barril, 113 millones de barriles/diarios, alimentarán sin mayores dificultades un mundo cuyo consumo total de energía alcanzará 16.27 miles de millones de toneladas de petróleo equivalente.
Ante la negra visión de la Association for the Study of Peak Oil and Gas (ASPO) la visión de la AIE parece color de rosa ¿Es posible creer a esta Agencia cuando una crisis económica por la insuficiencia de inversiones en capacidad de producción, se complica con una crisis geopolítica por la concentración de las reservas en un Medio Oriente inestable y por una crisis geológica con el inicio próximo de la “depletion” o disminución del flujo petrolero? ¿El relevo del petróleo por un gas natural adornado de todas las virtudes (abundante, geográficamente bien distribuido, limpio e ideal para producir electricidad) se sostiene realmente con base en las evoluciones observadas en América del Norte? ¿Acaso la visión de la AIE no esconde el regreso rápido del carbón y, con él, la agravación de los riesgos ambientales, entre los cuales se encuentra el cambio climático?
Los números marcan que desde hace 25 años con un crecimiento promedio anual de 1.5 a 2 %, las reservas probadas de petróleo han continuado aumentando. La relación reservas/producción pasó de menos de 30 a más de 40 años. ¿Hay que preocuparse entonces? Los de la ASPO dicen que sí, porque esos datos son ilusorios. No se puede razonar como si el crecimiento pudiera continuar hasta el agotamiento completo de las reservas dentro de 40 años, ya que estamos amenazados por la “depletion” que es “más que un problema de la cantidad que sale de la llave que del tamaño del depósito”. En otros términos, mucho antes del agotamiento total de los recursos, la cantidad extraída dejará de crecer e iniciará un decrecimiento definitivo.
El cuando y a que ritmo se presentará este decrecimiento del flujo petrolero no es calendario unánime entre los geólogos. Para el más pesimista, para Colin Campell, si el pico de producción no se encuentra ya detrás de nosotros, llegará cuando más tarde en 2007, después de lo cual la producción decrecerá en 2 % cada año. Para Jean Laherrère, más vale apostar para el 2015 y después por una larga meseta de varios años antes de que se inicie la caída. En todos los casos, el pico significará el inicio de la crisis, caracterizada por fuertes alzas de precios y por una multiplicación de los conflictos y guerras para el control de los yacimientos explotables. Lo bueno es que Benedicto ya les dijo (Roma,15/10/06) que tienen Santo protector. Ya con el buenazo y milagroso Guizar y Valencia les harán lo que el viento a Rébsamen, así que ¿Cuál sufrir? fjchain@hotmail.com
El mensaje de los geólogos que acercan la debacle petrolera al 2007 no obtiene unánime consenso y menos por parte de los virreyes de los estados del Golfo de México. Optimistas esperan que la Federación siga “derramando” migajas del petrodinero. Este optimismo petrolero a la gobernante mexicanidad lo comparte Claude Mandil, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE) quien recuerda a notas y profetas de los malos augurios que acompañan a cada alza de los precios del petróleo, que a más de $40 dólares el barril, hará que maduren todos los avances tecnológicos durante las próximas décadas. Se podrá constatar entonces que “solamente una pequeña fracción de los hidrocarburos in situ ha sido producida” en consecuencia no hay ninguna razón de modificar su escenario de referencia para el horizonte 2030: a $39 dólares (valor 2004) el barril, 113 millones de barriles/diarios, alimentarán sin mayores dificultades un mundo cuyo consumo total de energía alcanzará 16.27 miles de millones de toneladas de petróleo equivalente.
Ante la negra visión de la Association for the Study of Peak Oil and Gas (ASPO) la visión de la AIE parece color de rosa ¿Es posible creer a esta Agencia cuando una crisis económica por la insuficiencia de inversiones en capacidad de producción, se complica con una crisis geopolítica por la concentración de las reservas en un Medio Oriente inestable y por una crisis geológica con el inicio próximo de la “depletion” o disminución del flujo petrolero? ¿El relevo del petróleo por un gas natural adornado de todas las virtudes (abundante, geográficamente bien distribuido, limpio e ideal para producir electricidad) se sostiene realmente con base en las evoluciones observadas en América del Norte? ¿Acaso la visión de la AIE no esconde el regreso rápido del carbón y, con él, la agravación de los riesgos ambientales, entre los cuales se encuentra el cambio climático?
Los números marcan que desde hace 25 años con un crecimiento promedio anual de 1.5 a 2 %, las reservas probadas de petróleo han continuado aumentando. La relación reservas/producción pasó de menos de 30 a más de 40 años. ¿Hay que preocuparse entonces? Los de la ASPO dicen que sí, porque esos datos son ilusorios. No se puede razonar como si el crecimiento pudiera continuar hasta el agotamiento completo de las reservas dentro de 40 años, ya que estamos amenazados por la “depletion” que es “más que un problema de la cantidad que sale de la llave que del tamaño del depósito”. En otros términos, mucho antes del agotamiento total de los recursos, la cantidad extraída dejará de crecer e iniciará un decrecimiento definitivo.
El cuando y a que ritmo se presentará este decrecimiento del flujo petrolero no es calendario unánime entre los geólogos. Para el más pesimista, para Colin Campell, si el pico de producción no se encuentra ya detrás de nosotros, llegará cuando más tarde en 2007, después de lo cual la producción decrecerá en 2 % cada año. Para Jean Laherrère, más vale apostar para el 2015 y después por una larga meseta de varios años antes de que se inicie la caída. En todos los casos, el pico significará el inicio de la crisis, caracterizada por fuertes alzas de precios y por una multiplicación de los conflictos y guerras para el control de los yacimientos explotables. Lo bueno es que Benedicto ya les dijo (Roma,15/10/06) que tienen Santo protector. Ya con el buenazo y milagroso Guizar y Valencia les harán lo que el viento a Rébsamen, así que ¿Cuál sufrir? fjchain@hotmail.com